Primero entender que el servicio extraordinario involucra un SER, una persona con sus creencias y conductas que debe demostrar competencias para servir en tres aspectos:
1. Lo que debe hacer. El conocimiento de lo que debe hacer
2. cómo lo debe hacer. Las habilidades, la puesta en práctica de lo sabe
3. y especialmente la respuesta de Por qué hace lo que hace, cuáles son los pensamientos y emociones que motorizan sus acciones. Lo que involucra las 3 dimensiones del ser: Su lenguaje, su cuerpo y su emoción. Todas ellas relacionadas e impactándose mutuamente.
El segundo paradigma importante es el que se refiere a CLIENTE. Generalmente refiere a aquella persona que recibe el servicio olvidándonos de quién presta servicio. El servidor también se constituye en un cliente interno de su empresa y de sus compañeros.
El servicio no sólo responsabilidad de quién lo da, es especialmente responsable quién lo recibe. Yo he tenido la oportunidad de poner a prueba esta afirmación en muchos lugares y el resultado siempre es positivo.
Soy yo quien asume la responsabilidad del servicio que quiero recibir y para ello pienso en el servidor como un ser con una profunda necesidad de ser valorado y reconocido por lo que comienzo mi solicitud de servicio con una sonrisa, pidiéndoles su nombre y generando una conexión que nos permita alinearnos en mi solicitud. El resultado es que observo mayor esmero y satisfacción de parte del servidor para cumplir con mis expectativas.
"El servicio lo define el proveedor la satisfacción el cliente"
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